UN PEDIDO ESPECIAL SEÑORES JUGADORES

Que difícil escribir en estos días, que cantidad de recuerdos que ahora se ven más lejanos, cuantos sentimientos encontrados, y es que más allá de una rivalidad, de la situación actual, de lo que sea, algo murió el miércoles : “El sueño”, el hermoso sueño de ser los primeros ecuatorianos en levantar la Libertadores ya no podrá ser jamás. Eso es lo doloroso, y en lo personal les cuento algo, no una, sino varias veces soñé que salíamos campeones de América luego de una tanda de penales y la Copa la ganaba José Francisco. No lo puedo creer!!!, se dio así, pero Cevallos llevaba otra camiseta. Pero bueno, ya pasó, esto va a ser duro de asimilar, pero hay que seguir adelante.

Recién leía la carta del Presidente Maruri, sus palabras son algo alentadoras pero falta un elemento que de adherir al compromiso que él plantea : Los Jugadores.

No quiero entrar a polemizar sobre el profesionalismo de los integrantes del plantel, es más hace poco escribía en este mismo medio sobre lo complicado que es ser jugador de Barcelona, de la presión, del acecho de la prensa, de no poder salir a comerse un arroz con menestra en algún restaurante porque inmediatamente saltan los medios gritando a voz en cuello. “Que indisciplinado, come comida en la calle!!!!!” Y si la gaseosa con la que acompaña la comida es negra, al otro día el titular es “Jugador de Barcelona termina con los Cuba Libre en restaurante”, como si la gente de Liga, Nacional, Emelec o cualquier equipo del mundo no come en la calle o se toma una cerveza en algún bar. Ahora claro, siempre y cuando las cosas sean con mesura, sin excesos, pero para la prensa un jugador de Barcelona no tiene opción a eso.

Planteaba el compromiso de los jugadores porque, además de la carta del Presidente, me hubiese encantado escuchar a algún jugador referente del equipo que salga al frente y le diga a la hinchada “Tranquilos, vamos a trabajar duro para superar eso y más”. Es difícil, si nos ponemos a revisar la nómina ya casi no nos quedan jugadores referentes, de esos que siendo jugadores profesionales también son hinchas del equipo y miren que hemos tenido muchos, los más recientes Montanero y el mismo Cevallos. La nómina actual está conformada por muy buenos jugadores pero surgidos de otras canteras, quizás alguno hincha de Barcelona de chico, pero hoy ya son profesionales.

El fútbol de hoy es uno de los negocios que mueve más dinero alrededor del planeta, las estrellas del fútbol mundial y sus empresarios se convierten en verdaderos magnates por las fortunas que llegan a reunir, y nuestro fútbol, aunque a menor escala, no se escapa a este fenómeno. Los futbolistas tratan por sobre todas las cosas de lograr reunir la mayor cantidad de dinero posible para asegurarse un futuro y eso está muy bien, es una profesión corta, una lesión puede terminarles la carrera tempranamente, están en todo su derecho.

Sin embargo, hay que detenerse a pensar, ¿por qué el fútbol se volvió tan rentable?, ¿por qué grandes estrellas del ayer pasan los últimos días de su vida viviendo apenas con lo justo y ahora un jugador medianamente bueno con uno o dos fichajes asegura el bienestar de él y sus hijos?, ¿saben por qué? : POR LAS HINCHADAS. Por los que van al estadio todos los domingos, por los que no se mueven de su casa porque su equipo juega a las 12:00 el domingo y lo pasan por TV, por los que se compran las camisetas todos los años y también la alterna, por los que lloran cuando su equipo pierde o se llenan de júbilo cuando gana, por los que se compran esa marca de zapatos porque es la que usa su ídolo.

El futbolista, el técnico, el dirigente, el auspiciante, la cadena de TV, pueden tener un producto fantástico, pero si no tuvieran consumidores no se vendiera nada y el fútbol seguiría siendo amateur como a inicios del siglo XX.

Y hay algo adicional, esto se convirtió en un negocio de millones al igual que muchos otros como la industria automotriz, petrolera o de comidas rápidas, pero hay una diferencia substancial, nadie, pero nadie en el mundo dice “yo llevo a la General Motors en el corazón” o “Yo soy de la Toyota desde chiquito y es un sentimiento para toda la vida”, ni tampoco nadie canta “Olé olé olé Mc Dooooonals, Mc Doooooonals”, tampoco a nadie le baja el ánimo si hay un problema interno en la Texaco. Pero una derrota del equipo, un problema interno en el plantel, eso sí conmueve a esos seres humanos que conforman la hinchada, esos sufren, lloran, ríen, estallan en júbilo, según lo que los jugadores hacen dentro de una cancha. Eso es lo maravilloso de este “negocio” pero a su vez también debería ser la responsabilidad de sus actores, hay que hacer instituciones solventes, hay que asegurarse un futuro, definitivamente sí, pero jamás hay que olvidarse que la “clientela” debe sonreír.

Señores Jugadores del Barcelona S. C. : Si alguno o algunos de ustedes lee estas pocas palabras, sepan que mi intención no es meterles más presión, ya tienen suficiente, y al fin y al cabo yo soy sólo uno de millones de hinchas y quizás muchos otros no compartan mi opinión, pero si les pidiese (y permítanme tomarme el nombre de toda la hinchada), que de ahora en adelante por favor miren a las tribunas, traten de descifrar lo que pide, piensen que allí hay chicos que a su corta edad los idolatran y quieren ser como ellos, a algunos hasta les da fiebre cuando las cosas no salen (no exagero, eh), y que habemos otros más grandecitos que soñamos con un nuevo pedacito de gloria, con otro momento para abrazarnos y abrazarlos, alzarlos en andas y poder gritar, Campeones!!!.

No lo olviden por favor.......



Marcelo Armijos Z.