Asi viví la derrota del Domingo

Transcurría el minuto 47 con 58 segundos del segundo tiempo del partido Espoli vs Barcelona en Latacunga y yo estaba tranquilo con el empate, la verdad la idea del proceso no me parecía espectacular pero tampoco mala y puedo decir que hasta el empate no es que no me agradara, sino que hasta me gustaba, lo encontraba bueno, porque jugábamos en la altura, contra uno de los punteros y teníamos varios juveniles en cancha. Además hace una semana un amigo mío, el cual estaba bastante desmotivado y pesimista con lo que íbamos a vivir este año con nuestro equipo, me llamó muy emocionado y antes de que pudiera decirle “¿hermanito, que fue?” se adelantó y me dijo “me volvió la fé” el me comentó que se había topado con una ex gloria del ídolo y que ahora es técnico de futbol, con Janio Pinto, y Janio le dijo que así son los procesos y que ese era el camino. Así que yo con la experiencia de mi amigo ya me estaba convenciendo de que tenía que subirme a la camioneta y no bajarme más. Así fue entonces que casi al final del partido, en el ultimo córner, que por cierto no tuve la valentía para mirarlo, así que salí del cuarto donde estaba viendo el juego dejando el televisor prendido, es en ese momento que escucho el fatídico gol, entre corriendo para ver si es que se lo iban a anular o había alguna mano, algo cualquier cosa y nada, gol de la Espoli y se acababa el partido, nos ganaban en el último suspiro, de repente yo no reaccionaba y algo en mi cabeza hizo clic, me molesté mucho, me ofusqué, me sentí impotente, enojado, quería gritar, quería llorar, quería pegarle a alguien, quería volver a gritar, quería insultar (aunque si insulté al televisor), tuve un comportamiento muy irracional, de hecho yo que creo enloquecí por un momento (si es que existe la locura temporal, estoy seguro que la tuve). Trato de acordarme y creo que ni cuando nos quedamos sin liguilla hace dos años me había sentido así, ni siquiera el año pasado cuando con tanto despilfarro y tantos jugadores caros nos quedamos sin libertadores, ni siquiera allí, era ahora cuando perdimos contra la Espoli en Latacunga un partido al último minuto ( contra la Espoli hemos perdido varios encuentros, de hecho la Espoli cuando recién ascendió a primera nos goleo 5 a 2 en el Atahualpa en un partido de el cual yo fui testigo quedándome hasta el final) creo que se me acumularon los diez años de frustraciones, no sé, pero enseguida le escribí al amigo que me había dicho que volvió a confiar en el proceso, diciéndole que quería que se largue Floro, Maruri y Bejarano, es mas quería la cabeza de cada uno de ellos en un bandeja, hasta me acorde de KikeZ el cual siempre comenta en los foros acerca de lo feliz que se siente con este proceso y de lo dichoso que es viendo a los “chamos”, “chavales”, “juveniles” o “jóvenes”, lo que sea, quería que se vayan todos . Luego me fui al Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre en Quito a tomar mi vuelo de regreso a Manta y es entonces que recibo una señal divina, en el lugar donde yo estaba con mi esposa e hija de un año y un mes, empezaron a entrar uno a uno los jugadores del Barcelona , allí los “chavales” que hace una hora yo los quería mandar a su casa estaban entrando uno a uno, era mi oportunidad para gritarles mi frustración, desesperanza e impotencia, es así que me senté al lado de Máximo Banguera y con toda mi frustración acumulada de 10 años lo único que atine a decir fue “mala suerte”, el me miró y estaba realmente afligido y amargado y me dijo “mas que todo porque el gol fue al final”, al verlo molesto se me fue pasando el enojo, el hecho de que les haya dolido la perdida como a mí me hizo sentir mejor. Después recibo otra señal divina entra Eduardo Bejarano, la persona que hace una hora yo no solo pedía que se vaya a su casa, sino que pedía su cabeza en una bandeja y la verdad es que si la quería en una bandeja, Dios me dice “ya pues, querías la cabeza de Bejarano, allí está dile lo que quieras”, así que me acerque con ira, furia, impotencia y mas sentimientos encontrados, y lo único que atine a decir al principio fue lo mismo que le dije a Banguera“ mala suerte, justo al final nos ganan” y el dijo súper afligido “¿y por qué crees que nos duele tanto?”, así que empezamos a conversar acerca del partido, de ¿por qué no juega Zarate, Castro o Matamba? ¿si es que van a traer el 10? También de algunos jugadores que en lo personal a mí me gustó como jugaron, como Nazareno, Banguera, Hidalgo y también de los que no, como Gregory Gonzales. Sentado al lado de él estaba Julio Angulo cabizbajo y Eduardo me dice “¿mira que tal jugo Julio?” Como dándole ánimos, “muy bien” le dije dándole una palmada de ánimo en la espalda y le recordé la jugada que le hizo al ex mundialista Córdoba en la noche amarilla y se sintió mejor, en fin lo más importante es que Eduardo Bejarano estaba convencido de que el proceso es muy necesario y que es la única opción a seguir (ojala la mala prensa no los haga temblar). Después los llamaron para que aborden el avión y le fui dando ánimos a cada uno. La verdad al final ya no quería la cabeza de ellos en una bandeja, creo que lo que se está haciendo es lo correcto, espero que las cuentas del club se saneen, espero que Floro ponga a los jugadores que vea mejor en los entrenamientos y no por el hecho de ser jóvenes. ¿Será que somos más intolerantes porque los que perdieron eran chamos?, no lo sé, pero después de estar con el equipo de mis amores, la mayoría desconocidos, humildes y con ganas de triunfar, creo que volví a tener fe, pero no me refiero a la fe de que este año vamos a salir campeones o el siguiente, sino que por fin podamos empezar desde cero y haciendo bien las cosas, como el equipo humilde del cual yo me enamore.

Articulo escrito por Patobarce